Blue Cross Blue Shield Association y America’s Health Insurance Plans se opusieron a las posibles reformas del partido republicano, respecto al nuevo plan de salud en Estados Unidos.
A pesar de la opinión general de que las compañías de seguros de salud se beneficiarían en un mercado libre y abierto, dos de los grupos comerciales más importantes para las aseguradoras – Blue Cross Blue Shield Association y America’s Health Insurance Plans – anunciaron su primera oposición al último plan republicano (GOP) para derogar y reemplazar Obamacare.
Tanto la Blue Cross, como la AHIP, se manifestaron contra el llamado proyecto Graham-Cassidy, argumentando que la legislación conduciría a un mercado inestable que perjudicaría tanto a las aseguradoras, como a los pacientes.
“El proyecto de ley contiene elementos que podrían permitir a los estados renunciar a las protecciones más importantes del consumidor, así como terminar o encarecer de sobremanera las primas para aquellos con condiciones médicas preexistentes”, dijo la Asociación Blue Cross en un comunicado. “La legislación reduce el financiamiento para muchos estados de manera significativa e incrementaría la incertidumbre en el mercado, haciendo que la cobertura sea más costosa y comprometa la elección de planes de salud de los estadounidenses”.
La AHIP con las mismas preocupaciones, rectificó que el proyecto de ley “tendría consecuencias reales para los consumidores y para los pacientes al desestabilizar aún más el mercado individual”, en una carta al Senado Mitch McConnell (R-Ky.) y Chuck Schumer (DN.Y.).
La resistencia de las Asociaciones de Seguros se une a varios grupos de atención de la salud que ya se pronuncian en contra del proyecto de ley, entre ellos, la Asociación Médica Americana, la Asociación Americana de Hospitales y la Asociación Americana de Personas Jubiladas.
El proyecto de ley Graham-Cassidy, que lleva el nombre de dos de sus redactores, Lindsey Graham (RS.C.) y Bill Cassidy (R-La), tiene un plazo de votación del 30 de septiembre. El Senado espera votar a finales de septiembre, después de varios intentos anteriores sin éxito.
El presidente Donald Trump habló del proyecto de ley, diciendo que tiene “muy buenas probabilidades” de pasar en el Senado.