El rol de los migrantes mexicanos en EE.UU. ejemplifica bien la necesidad de eliminar intermediarios, por ejemplo a la hora del envío de remesas, y con ello podrían darle sentido a las criptodivisas.
Pail Krugman, reconocido economista y detractor del Bitcoin, se rehúsa a creer en las criptodivisas. “¿Qué problema pueden resolver si las monedas existentes funcionan bastante bien?”, cuestionó recientemente en su columna, y repitió después en un panel presentado por la empresa mexicana KIO Networks en septiembre en la Ciudad de México, a donde asistió para debatir sobre criptomonedas con Katie Haun, miembro del consejo de Coinbase. Entre los asistentes se encontraba Daniel Vogel, CEO de Bitso, la principal plataforma de intercambio de criptodivisas en México.
Vogel expuso el caso de las remesas entre Estados Unidos y México: realizadas a través de casas de envío pueden generarle al usuario comisiones bastante altas considerando los montos pequeños que suelen enviar.
“Con Bitcoin, el envío de remesas es más barato y, sobre todo, prácticamente inmediato”, aseguró Vogel. “Si no fuera por las criptodivisas, ¿cómo es que un mexicano desbancarizado podría enviar micropagos sin básicamente trabajar para pagarle al intermediario?”, cuestionó también a Krugman desde el público.
Al final del debate, el economista Premio Nobel aceptó que poblaciones desbancarizadas que usan Bitcoin “es el mejor uso de criptodivisas que he escuchado. No lo he estudiado. Tengo tarea que hacer”.
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