La OCDE empeora sus previsiones económicas mundiales en medio de la pandemia del COVID-19.
La economía mexicana puede contraerse en 2020 hasta 8.6% en caso de un nuevo brote del nuevo coronavirus en el año, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
“La pandemia empujará a la economía a una recesión severa en 2020, impulsada por la contracción global, la caída en el turismo, menores precios del petróleo y las medidas de confinamiento interno necesarias tomadas”, expuso el organismo internacional en su actualización de perspectivas económicas mundiales publicadas este miércoles.
En caso de que el país evite nuevos brotes, la contracción se reduciría a 7.5% gracias a una recuperación en la segunda mitad del año liderada por exportaciones y consumo, según la entidad multilateral.
Las nuevas perspectivas para México contrastan ampliamente con estimado de marzo pasado, cuando la OCDE consideró un avance margina de 0.7%.
En las estimaciones de junio, la organización agregó para México que los pobres y personas en situación vulnerable, incluidos los trabajadores informales, se verán particularmente afectados por la recesión.
Destacó que el país ha implementado una amplia gama de medidas fiscales, financieras y monetarias para enfrentar la crisis.
Apuntó que el espacio fiscal es limitado, pero dada la gravedad de la recesión, medidas adicionales son justificables.
Dichas medidas deberían centrarse en proporcionar a los trabajadores afectados,
tanto en el sector informal como en el formal, ayuda económica y evitar que desaparezcan empresas viables.
Manifestó que el reforzamiento de la inversión privada será clave para lograr una recuperación amplía de los empleos, y ello requerirá de la reducción la carga reglamentaria y la incertidumbre.
Hasta el corte del martes, en México había 124,301 casos confirmados acumulados y 14,649 fallecimientos por COVID-19, de acuerdo con cifras oficiales.
Caída de la economía mundial hasta del 7.6%
La OCDE prevé una recesión mundial de 6% para 2020 si la pandemia de COVID-19 “permanece bajo control” y de 7.6% en caso de una segunda ola.
Para 2021, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) anticipa un fuerte rebote en el primer caso con un crecimiento de 5.2%, que se verá limitado al 2.8% si se produce una segunda ola de la pandemia.
Conforme se van levantando las restricciones impuestas por el #COVID19, el avance hacia la recuperación económica sigue siendo incierto y vulnerable a una segunda oleada de contagios.
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— OCDE ➡️ Mejores Políticas para una Vida Mejor (@ocdeenespanol) June 10, 2020
“La elección entre salud y economía es un falso dilema. Si la pandemia no es controlada, no habrá recuperación económica robusta”, advirtió por videoconferencia el secretario general de la OCDE, el mexicano Ángel Gurría, en referencia al impacto de la pandemia que obligó a confinar a la mitad de la humanidad.
A principios de marzo, mientras que el coronavirus ya había golpeado de lleno a China pero todavía no a las otras grandes economías del planeta, la OCDE apostaba aún a un crecimiento mundial de 2.4% para este año.
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Se registre o no una segunda ola del nuevo coronavirus, “al final de 2021 la pérdida de ingresos superará a la de todas las recesiones anteriores de los últimos cien años salvo en periodo de guerra, con consecuencias terribles y duraderas para las poblaciones, las empresas y los gobiernos”, afirma la jefe economista de la OCDE Laurence Boone.
La zona euro se verá particularmente afectada con un retroceso previsto del Producto Interior Bruto (PIB) de 9.1% en el escenario más favorable, y de 11.5% en caso de segunda ola en 2020.
España sufrirá una caída de 11.1% en caso de que la pandemia ya haya pasado, y de 14.4% en caso de nueva ola.
En América Latina, Argentina tendrá un retroceso de 8.3% y 10.1% en su PIB respectivamente según ambos escenarios posibles. El impacto será algo más leve en Brasil: -7.4% o -9.1%.
Para Estados Unidos, la OCDE prevé una caída del PIB de 7.3% u 8.5%, respectivamente según los escenarios.
China, que el año pasado creció 6.1%, sufrirá en 2020 una contracción de 2.6% en su economía, que puede ser de 3-7% si el virus regresa con fuerza.
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De la integración a la fragmentación
Gurría instó a que la crisis actual sea la ocasión para una transición hacia un “crecimiento más sólido y más duradero”. “El objetivo no es regresar a la normalidad”, porque “la normalidad es lo que nos llevó adonde nos encontramos actualmente”.
Por su lado la jefa economista de la OCDE sostuvo que “en todas partes, el confinamiento ha reforzado las desigualdades entre los trabajadores”, ya que los más calificados han podido recurrir al teletrabajo y los más jóvenes y menos calificados están “a menudo en primera línea” en la lucha contra la pandemia.
La pandemia del nuevo coronavirus “aceleró el vuelco de una ‘gran integración’ a una ‘gran fragmentación'” de la economía mundial con la aparición de “restricciones adicionales al comercio y las inversiones”, afirma Boone.
Para que las economías puedan recuperarse, la OCDE propone “reforzar los sistemas de salud” y “facilitar las evoluciones de los oficios reforzando al mismo tiempo la protección de los ingresos”, así como “volver más resistentes a las cadenas de abastecimiento”.
“Los gobiernos tienen que aprovechar esta oportunidad para concebir una economía más justa y duradera, volver más inteligentes a la competencias y las regulaciones, modernizar la fiscalidad, los gastos y la protección social”, continúa Boone.
La jefa economista de la OCDE apunta en particular al papel esencial de la confianza, sin la cual ni el consumo ni la inversión se recuperarán.
Con información de AFP.