La empresa de la familia del Valle cerrará el año con la compra del 80% de Netafim, líder en el desarrollo de tecnologías de irrigación de Israel.
Mexichem está a punto de poner un pie en el Silicon Valley del agua. Así le llaman a Israel porque es líder en el desarrollo de tecnologías de irrigación.
La empresa de la familia del Valle cerrará este último trimestre del año la compra del 80% de Netafim, la compañía más importante sector.
“Es una apuesta al futuro”, me cuenta Juan Pablo del Valle, presidente de Mexichem.
“Ser parte de este ecosistema nos traerá beneficios que hoy ni siquiera imaginamos. Dejaremos de ser sólo un negocio que vende tubos para ser uno que aporta a la solución de problemas globales como la alimentación, el agua y la infraestructura”.
Hace seis años que su papá, Don Antonio del Valle, le pasó la estafeta para encabezar el Consejo de Administración de Mexichem, una de las historias empresariales más exitosas de México.
Hoy es el mayor productor de tubos de PVC de Latinoamérica y tiene presencia en más de 37 países. Juan Pablo (46) ha demostrado ser un eficiente chairman, un buen líder y, sobre todo, un innovador.
Hay analistas e inversionistas que consideran que Netafim está alejada del core business de Mexichem, pese a que su subsidiaria Fluent ya participa en el sector de irrigación. Para Juan Pablo, lo que es core en la era digital que vivimos es ser disruptivoe innovador.
Con Netafim, Mexichem se convierte es la empresa líder en irrigación por goteo, un negocio que en Israel ya tiene una penetración del 100%, pero que en el resto del mundo apenas llega a 10%.
“La oportunidad es enorme”, asegura Juan Pablo. Además, entre el 18 y 25% de los costos de un sistema de riego son las tuberías y conexiones plásticas, sector que domina la firma de la familia del Valle.
Quedarse con el 80% de Netafim no fue fácil: tuvieron que competir con dos empresas chinas, tres estadounidenses y una de Singapur.
Casi todas más grandes que Mexichem, que ya es un gigante. Antonio Carrillo, CEO de la empresa, identificó la oportunidad de compra, se validó en el área de M&A y luego fueron a negociarla a Israel.
El acuerdo llegó finalmente en agosto: pagarían 1,895 millones de dólares por el 80% de la compañía.
Para Juan Pablo del Valle, ser el chairman de Mexichem tiene grandes retos, pero podría compararse a como funciona un buen equipo de futbol: permite que el CEO (el entrenador) decida su alineación, su equipo, sus cambios y su estrategia.
Él, como presidente del “club”, se asegura de tener un buen soporte en el Consejo para la toma de decisiones.
Además de Mexichem, Juan Pablo participa en el negocio inmobiliario y en organizaciones que apoyan a los migrantes mexicanos en Estados Unidos y otras para el cuidado del medio ambiente.
Divide su vida entre el trabajo y la familia. Su rutina empieza a las 6 de la mañana; conversa con su esposa y desayuna con sus cinco hijos.
Viaja más de la mitad del año en busca de objetivos de compra, asiste a Consejos, visita las plantas de la empresa, se reúne con empleados, clientes, proveedores, accionistas… y casi no tiene tiempo para hobbies; por eso, dice, dejará el golf para cuando tenga 70 años.
*NOTA DEL EDITOR: Esta columna de opinión apareció en la edición de lanzamiento de la revista Fortune en Español, de octubre 2017.