Decir que el formato de tienda física no tiene futuro es una exageración. El reto sin embargo es subirse al ecommerce.
Decir que el formato de tienda física no tiene futuro es una exageración. El reto sin embargo es subirse al ecommerce.
Todavía no se acaba 2017 y ya es un año que probablemente quedará plasmado en los libros de récords en temas de retailers o minoristas, aunque no en el sentido que se esperaba.
Firmas reconocidas como J.C. Penney, Macy’s y Sears iniciaron el año con resultados negativos que se agudizaron en la temporada de vacaciones; acto seguido, se anunció el cierre de cientos de puntos de venta de estas marcas en Estados Unidos.
Nombres de la talla de Ralph Lauren y Staples, se sumaron a este declive, con un alarmante cierre total de 2,770 puntos de venta para mediados de mayo. Credit Suisse Group, firma global de servicios financieros y análisis con sede en Zurich, Suiza, predijo en abril que 2017 sería el año con el más alto número de clausuras desde la Gran Recesión económica (2008-2009).
A esto se suman quiebras por parte de fuertes cadenas como Limited, Payless ShoeSource y RadioShack.
De hecho, a principios de mayo, S&P Global Market Intelligence registró un récord de 18 tiendas cerradas, igualando el total registrado en todo 2016.
Esta carnicería queda de manifiesto en la nueva lista de Fortune 500 Edición USA: cadenas de la importancia de Macy’s, Sears y Kohl descendieron significativamente, así como otras que se debilitaron como GameStop (bajó 19 escaños para quedarse en el número 321) y Dillard’s (37 lugares menos para situarse en la posición 417).
¿Serán estos los síntomas de que prevalece una crisis generalizada? No exactamente. El gasto de la industria minorista en los primeros cuatro meses del año aumentó 3.6% en comparación con el mismo periodo de 2016 en Estados Unidos, según datos del Departmento de Comercio.
La National Retail Federation, por su parte, espera que este porcentaje aumente aún más este año, gracias al bajo nivel de desempleo y al fuerte mercado de valores.
Sin embargo, la forma en que las personas gastan ha cambiado, quizá para siempre. Y para las tiendas que no puedan adaptarse, es probable que el sufrimiento venga más adelante. Uno de los principales problemas es la adicción de los consumidores a los descuentos.
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El auge de Amazon y de los smartphones como herramientas de compra han ocasionado que los minoristas se enfrenten a una guerra de precios sin fin; lo que ha puesto una gran presión sobre los puntos de venta menos competitivos.
El cambio a un modelo de compras por Internet se traduce en una menor necesidad de centros comerciales y grandes tiendas en Estados Unidos, donde la superficie per cápita en este renglón es del doble en comparación con Europa, creando extensiones insostenibles de establecimientos reservados para el comercio.
Además, muchas cadenas de suministro del retail son ya anticuadas, y resulta imposible mantenerlas al día en sincronía con los cambiantes gustos de los diversos consumidores.
Una mirada más profunda a esta revolución demuestra que las compañías en crisis tienen mucho en común:la gran mayoría son cadenas de ropa y grandes almacenes que venden productos sin un valor diferenciador (camisetas básicas y pantalones de mezclilla para todos).
A pesar de los deprimentes titulares, algunos minoristas están prosperando como Walmart, Home Depot, Costco, T.J. Maxx y Best Buy, entre otros. Estas empresas han sabido evolucionar junto con sus consumidores y remodelaron sus tiendas.
Igualmente, desarrollaron plataformas completas de comercio electrónico. Walmart, por ejemplo, ofrece descuentos en compras en línea con la condición de que se recojan en la tienda, fomentando así ventas adicionales.
Por su lado, Best Buy ha sabido reinventarse como un lugar para obtener asesoría de expertos sobre casas inteligentes y servicios más sofisticados. Aun así, muchos de los retailers enfrentan un duro futuro.
Pero si miramos más allá de las cadenas de ropa y los grandes almacenes, veremos una industria bastante saludable. Lo que parece un apocalipsis del comercio es realmente un cambio en dónde y cómo los consumidores compran.
“El retail ha pasado por periodos de destrucción creativa antes”, señala Joel Bines, director de la consultora AlixPartners. Al final, las empresas que permanecen en pie, emergen más fuerte para continuar.