La inflación en la primera mitad de abril se desacelera a 2.08% anual, la tasa más baja desde la primera mitad de diciembre 2015.
Por Francisco Rivera
Las presiones económicas del nuevo coronavirus en México ya se reflejaron en los precios al consumidor.
La inflación general en la primera quincena de abril se desaceleró a 2.08% anual, la tasa más baja en estos términos de comparación desde la primera quincena de diciembre de 2015, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La cifra a tasa anual publicado este jueves por el instituto es menor al previsto por el consenso de un grupo de analistas consultados por Reuters, que era de 2.16%.
“La inflación de la primera quincena de abril demuestra las fuertes presiones a la baja que se han originado a partir de la coyuntura de la debilidad en la economía por el coronavirus”, indicó el área de análisis de Grupo Monex en un reporte para sus clientes.
La firma financiera expuso además que el margen de acción para Banco de México (Banxico) luce con significativa amplitud, por lo que prevé una mayor intervención del banco central.
Esta semana, la entidad encargada de cuidar el poder adquisitivo de la moneda a través del control de la inflación aplicó un nuevo recorte a su tasa de interés de referencia para dejarla en 6%, a fin de hacer frente al impacto del nuevo coronavirus desde la cancha de la política monetaria.
Además, Banxico aprobó medidas adicionales para estabilizar a los mercados financieros, fortalecer los canales de otorgamiento de crédito y proveer liquidez para el sano desarrollo del sistema financiero.
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El objetivo de inflación de Banxico es de 3% a tasa anual, con un margen de más/menos un punto porcentual, por lo que el 2.08% se acerca al piso de ese margen. Una inflación que está fuera de los márgenes tiene efectos negativos en la economía.
Al interior del indicador, la inflación subyacente (aquella que excluye a los bienes y servicios cuyos precios son más volátiles, como los energéticos) se desaceró a 3.40%, la tasa anual en términos quincenales más baja desde la segunda quincena de noviembre de 2016 (3.25%).
En tanto, la inflación no subyacente retrocedió 1.93% a tasa anual. Monex manifestó que el comportamiento de este subíndice se vio marcado por la reducción de los energéticos y los productos agropecuarios.
“Respecto a la primera categoría, el resultado es producto tanto de la continuación de la tendencia decreciente en los precios del petróleo como de la entrada en vigor del programa de las tarifas eléctricas de temporada cálida en el sureste del país”, señaló la firma.
¿Cómo le fue a la inflación respecto a la quincena previa?
Frente a la segunda semana de marzo, el indicador en la primera mitad de abril tuvo una reducción de 0.72%.
Al interior, la inflación subyacente avanzó 0.20%, mientras que la no subyacente retrocedió 3.56%.
El presidente del Inegi, Julio A. Santaella, apuntó en Twitter que la variación quincenal de -0.72% es la más baja en la historia del indicador.
#INPC la variación del Índice Nacional de Precios al Consumidor durante la primera quincena de abril (-0.72% q/q) es la más baja en la historia del índice. pic.twitter.com/mHbbA44oaM
— Julio A. Santaella (@SantaellaJulio) April 23, 2020
¿Cuáles fueron los productos y servicios que más bajaron?
En la primera quincena de abril los precios de la gasolina de bajo octanaje bajaron 10.36%, la electricidad 12.24%, mientras que el jitomate descendió 21.68% y el tomate verde 28.04%.
¿Y los que más subieron?
Entre los productos que más subieron están el huevo con un alza de 9.33%, la cerveza, 1.85% y el azúcar, 5.80%
El Inegi indicó que en la primera quincena de abril, la recopilación de precios se enfrentó al cierre temporal o la limitación de actividades en los establecimientos donde cotiza regularmente los productos debido a la contingencia por el COVID-19.
Manifestó que lo anterior dio lugar a un alza en el número de artículos sin acceso a su precio, por lo que la falta de precios se distribuyó entre todos los genéricos y estadísticamente solo afectó a los que representan el 3.9% del ponderador de gasto del total de la canasta nacional.