En esta temporada y Día de Reyes el comercio aumenta en distintos sectores, ¿pero qué pasa con los productores de juguetes?
En México, la venta de juguetes genera un mercado de 2,800 millones de dólares y se prevé que este año registre un aumento del 6% durante la temporada de fin de año.
El periodo que corre de diciembre a enero se obtienen dos terceras partes del total de los ingresos de esta industria. La razón es la temporada navideña y el esperado Día de Reyes para millones de niños.
Sin embargo, la industria se ha visto afectada por la llegada de la tecnología y diversas empresas tanto extranjeras como nacionales que se han declarado en crisis o propuesto fusiones, como Mattel y Hasbro, que en noviembre pasado anunciaron que se encontraban en pláticas para llevarlo a cabo.
El sector no desiste, al menos en México, donde existen cerca de 200 empresas en el sector juguetero.
Este 2017 se espera que las exportaciones de juguetes fabricados en México alcance los 2,000 millones de dólares y con esta cifra al alza, México se perfila como el tercer exportador de la industria juguetera más importante en el mundo.
La industria juguetera en México representó un total de 7.8 mdd en términos de comercio, representando el 0.2% del total del país. Las exportaciones de juguetes por destino en 2015 representaron 911 mdd, mientras que las importaciones fueron de 946 mdd.
Según datos de la Secretaría de Economía, los artículos que más exporta México son: juegos o surtidos de construcción (como los tipo legos) y juguetes con ruedas o impulsados por baterías.
Los que más importa son de construcción, triciclos, juguetes inflables, consolas de videojuegos y juguetes sin rellenar (no peluches) que representen animales o humanos.
Hoy cerca de 65% de los ingresos de la industria juguetera está repartido entre los jugadores más grandes del sector, que son empresas extranjeras como Hasbro, Mattel y Lego. El resto de las ventas se distribuye en las más de 100 empresas nacionales e internacionales, según datos de Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (Amiju).
La amenaza de la industria
La vanguardia tecnológica desvió la atención de los niños hacía las tablets y los videojuegos olvidándose por ejemplo de las muñecas Barbie, de Mattel y los carritos de control remoto de Hasbro, por ejemplo. Es por eso que las tiendas han tenido que modernizarse buscando dinámicas y nuevas formas de atraer compradores.
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Uno de los casos de éxito es la juguetería británica Hamleys, recién llegada al país, la cual ofrece un servicio para que los niños interactúen con peluches gigantes, vendedores vestidos de guardabosques, y otros elementos ambientados con distintos escenarios que pueden ser una pista de autos o una casa de muñecas gigante.
Por otro lado, la mexicana Distroller siguió la misma fórmula; atraer clientes a través de la experiencia. Por ejemplo, una enfermera que recibe a los niños y genera una dinámica para atender a ‘muñecos enfermos’. El objetivo es generar un vínculo entre el juguete y el niño, para después sugerirles que pueden adoptarlos y finalmente hacer la compra.
Atrás quedó aquella relación persona-estante, en la que los niños únicamente observaban su juguete deseado a través de un plástico.
¿Hacia donde irá la tendencia de consumo los siguientes años, con la llegada de los hijos de la generación millennial y Z? Solo el tiempo lo dirá. Lo que es seguro es que la industria, como la del retail o la de los restaurantes, deberán migrar a modelos de venta cada vez más atractivos y orientados a la comodidad de los clientes.