Trump cumple una de sus promesa de campaña al impedir el acuerdo. Las compañías ven razones ilegítimas.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos demandó este lunes a la compañía de telecomunicaciones AT&T para bloquear los intentos de adquisición parte de Time Warner. El alegato principal es que el acuerdo podría aumentar los precios para los rivales y los suscriptores de televisión de paga.
El desafío legal se produjo después de que AT&T rechazara la petición del Departamento de Justicia a principios de noviembre respecto a desinvertir en la plataforma de televisión DirecTV o Turner Broadcasting, de Time Warner, la misma plataforma que contiene la cadena de noticias CNN, con el fin de obtener la aprobación antimonopolio.
En la demanda presentada en una corte federal en Washington, el Departamento de Justicia dijo que AT&T usaría las películas de Time Warner para obligar a las compañías rivales de TV de paga a pagar “cientos de millones de dólares más por año para las redes de Time Warner”.
El gobierno también argumentó que AT&T usaría el contenido de Time Warner para frenar la transición de la industria a video en línea y otros modelos de distribución innovadores.
La compañía describió lo anterior como “una desviación radical e inexplicable de décadas de precedente antimonopolio”, de acuerdo con el abogado principal de AT&T, David McAtee.
Dijo que las fusiones verticales, que se realizan entre compañías que no son competidores directos, son aprobadas rutinariamente.
“No vemos ninguna razón legítima para que nuestra fusión sea tratada de manera diferente”, dijo McAtee, y agregó que la compañía de telecomunicaciones confía en que un juez rechazará el caso del Departamento de Justicia.
Las acciones de Time Warner presentaron una caída mínima de 1.1% para cerrar a 87.71 dólares, mientras que las acciones de AT&T cerraron con un alza del 0.4%, a 34.64 dólares.
Relacionada

Netflix, la causa de las supuestas negociaciones entre Disney y Fox
La segunda operadora de servicios inalámbricos de Estados Unidos llegó a un acuerdo en octubre de 2016 para comprar Time Warner, que también es propietaria del canal premium de HBO y el estudio de cine Warner Bros, por lo que puede agrupar el entretenimiento de video en su servicio móvil.
AT&T dice que eso le ayudaría a competir con compañías de tecnología emergentes como Netflix, Prime Video de Amazon y otros competidores.
El trato instantáneamente se convirtió en un pararrayos político. Donald Trump es crítico frecuente de la cadena CNN, de Time Warner; atacó la fusión desde su campaña electoral el año pasado y prometió que como presidente, su Departamento de Justicia lo bloquearía.
El acuerdo también se opone a una serie de grupos de consumidores y redes de televisión más pequeñas sobre la base de que daría a AT&T demasiado poder sobre el contenido que distribuiría a sus clientes inalámbricos.
Reuters informó a principios de noviembre que el Departamento de Justicia creía que la fusión aumentaría los costos para los distribuidores rivales de entretenimiento rivales y sofocaría la innovación, además de permitir que AT&T retenga contenido clave de HBO, CNN y otros canales de la competencia.
La semana pasada, el Departamento de Justicia se acercó a 18 procuradores generales estatales para pedirles que se unieran en contra del acuerdo, pero hasta el lunes ninguno había aceptado públicamente hacerlo, informó Reuters.
Durante su campaña presidencial, Trump dijo que los reporteros de CNN lo habían cubierto injustamente y continuó atacando a la cadena de noticias como presidente, calificándola como de “noticias falsas” (fake news).
Trump no ha comentado nada sobre el acuerdo de AT&T desde su toma de protesta, en enero.
El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, no quiso decir la semana pasada si alguien de la Casa Blanca había discutido la fusión con miembros del Departamento de Justicia.