Representantes empresariales y especialistas piden trabajar una política de apoyo a empresas unificada para evitar más despidos; de no hacerlo, el desempleo pueda tocar hasta 15%.
Por Ivonne Vargas
México necesita trabajar un plan de reactivación económica inmediato, a propósito de la pandemia de salud por coronavirus, pero que genere expectativas claras para el sector empresarial.
Lo que se han dado son acciones aisladas, lo que no permite garantizar un regreso seguro a la producción.
“Hay que ir punto por punto, con planteamientos diferenciales por (industria)”, señaló Ildefonso Guajardo, exsecretario de Economía.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) convocó a representantes empresariales, laborales y legisladores a tres días de diálogo para analizar la recuperación económica.
En la primera mesa, ‘Atención inmediata a la crisis’, Guajardo refirió que el arranque del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) demandará una sincronía de las cadenas productivas con acciones efectivas que deben ser sector por sector.
“Tenemos que concentrar la estrategia nacional en un catálogo especifico, que incluya protocolos sanitarios sectoriales y capacitación”, detalló Guajardo durante su participación en el encuentro realizado a partir de hoy y hasta el 29 de abril.
Patricia Armendáriz, directora de Financiera Sustentable señaló que, de entrada, el gobierno debe garantizar el apoyo con dos mensualidades de un salario mínimo cada una para los 4.7 millones de empresas en el país.
“Para las empresas que ocupan hasta 10 empleados, el estado (puede) aportar esa cantidad que asciende a un apoyo de 74, 250 millones de pesos adicionales”. Para los negocios con más de 10 colaboradores, lo que equivale a 470,000, también deben garantizar esa paga y ayudar frenar el despido de colaboradores, señaló.
Detalló que estos apoyos representan alrededor de .4% del PIB de México, el gobierno puede utilizar recursos del seguro de desempleo para generar esa partida o pedir apoyo de instancias como el Banco de México.
De no hacerlo, y en la situación actual, la tasa de desempleo puede ir hasta el 15% “incluyendo más delincuencia”. La directora previó que llevará un mínimo de dos meses y hasta un año, dependiendo del sector, salir del impacto económico generado por la pandemia.
“No salvar empresas obliga a buscar mecanismos de liquidez pero también medidas que traspasan la carga al sector bancario”, afirmó.
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Por cada empleo perdido, un shock
El senador Carlos Aceves, y secretario de la Comisión del Trabajo y Previsión Social, definió la crisis por COVID-19, como “una fragilidad laboral que hace más vulnerable al país”, pues no solo está la perdida de trabajo, sino una crisis petrolera internacional que agrava la situación.
“Cada empleo perdido representa una consecuencia a la economía nacional. Entonces (de principio) es indispensable preservar los empleos en la formalidad”, comentó el senador.
Lorenza Martínez, managing director en la consultora de Accenture, señaló que es importante garantizar las condiciones de trabajo por los siguientes tres meses. El papel del gobierno, en este sentido, es llegar a los mejores acuerdos en relaciones laborales, contribuir con a cubrir las cuotas obrero patronal y ampliar recursos económicos.
Insistió que el tratamiento actual es de acciones aisladas. Pero el país, alterno con las soluciones económicas, necesita dotar -a través de las autoridades- de certidumbre para empleadores y trabajadores. “Hay que trabajar una propuesta de programas para empresas que realmente sean viables económicamente”, apuntó.
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