Sin políticas públicas que atiendan a la población con ingreso medio, crecerá el número de personas en situación de pobreza por ingreso, advierte el CEEF.
Por Ivonne Vargas
Impulsar una iniciativa de generar 2 millones 93,364 empleos, si no se trata de trabajos formales, podría incrementar la actual cifra de más de 9 millones de mexicanos que no alcanzan a pagar una canasta alimentaria o cubrir temas de salud por estar en pobreza laboral, advierte el Centro de Estudios para el Empleo Formal (CEEF).
“Muchas empresas han despedido por su situación económica y al recontratar o abrir nuevas plazas, buscarán emplear por obra determinada o con un esquema que les permita la reactividad de sus finanzas en prejuicio del trabajo que no recibe prestaciones sociales. La formalidad de los nuevos empleos es algo que el gobierno no ha explicado”, comenta Armando Leñero, presidente del CEEF.
El número total de personas en situación de pobreza extrema por ingresos se incrementa entre 4.9 a 8.5 puntos porcentuales (6.1 y 10.7 millones de personas) como resultado del nuevo coronavirus.
“Sin políticas públicas que atiendan a la población con ingreso medio, lo cual se logra generando empleos formales y no solo ocupaciones temporales, la cantidad de personas en situación de pobreza por ingreso puede aumentar”, advierte el CEEF.
Simultáneamente, México presenta un incremento en el nivel de desempleo y subocupación, como producto del desplome económico de las empresas.
La Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE) que el Inegi levantó, en sustitución de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, reflejó que la tasa de participación económica de los trabajadores se contrajo 12.3 puntos, pasando de 59.8% a 47.5% de marzo a abril de este año.
Las cifras implican que 12 millones de mexicanos salieron de la población económicamente activa, como resultado de una suspensión temporal ante el COVID-19.
Ante la baja previsión sobre el crecimiento económico, la ausencia de medidas de emergencia para evitar la quiebra de un número incuantificable de pequeñas y medianas empresas y de otras medidas para recuperar la inversión privada, “la propuesta de más de 2 millones empleos suena optimista, porque para generarlo se requerirían más de 10 millones de pesos, difíciles de recaudar a través de programas sociales que, incluso, están en problemas económicos”, indicó Leñero.
Estas son algunas dificultades económicas que tienen los programas propuestos por el presidente de la República para recuperar los empleos perdidos tras el COVID-19, de acuerdo con información difundida por Mario Di Constanzo, economista y expresidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicio.
1.- Jóvenes Construyendo el Futuro:
- En 2019 este programa registró un subejercicio de 1,906 millones de pesos (mdp) equivalente a la “beca anual” de 44,120 jóvenes, de los 900,000 beneficiarios apenas 15,000 se colocaron en algún trabajo (1.6%) , el programa costo 40,000 mdp.
- Para 2020 el programa redujo su meta a 500,000 jóvenes e inicio en febrero, la beca se incrementó a 3,748 pesos, si el programa consiste en una beca hasta por un año a los “aprendices o becarios” y el mercado laboral no los absorbe, como es que se generarán 230,872 empleos, que además representan el 46% de la meta anual de aprendices vinculados, más aún y cuando en 2019 sólo se colocaron al 1.6% del total de los aprendices o becarios.
2.- Programa Sembrando Vida
- En 2019, el programa Sembrando Vida, a cargo de la Secretaría del Bienestar no pudo alcanzar su meta de 2019 para sembrar 575 millones de plantas, pues solo pudo contar con 80 millones de plantas, es decir, el 13.9%.
- Para 2020, se proyecta sembrar 1,100 millones de plantas, para recuperar el faltante de 2019, si el programa en verdad fuera a generar 202,216 empleos, cada trabajador tendría que sembrar 5,439 plantas en 9 meses (abril-diciembre), es decir 20 plantas diarias, (2.5 plantas cada hora, jornada laboral de 8 horas).
3.- Créditos para Vivienda Fovisste:
- El Programa establece el otorgamiento de 40,196 créditos, que de acuerdo al informe de avance presentado por el gobierno federal se terminarían de otorgar hasta dentro de 18 meses (año y medio), generando 170,000 empleos.
- Sin embargo, estos créditos no pueden ser para autoconstrucción, porque el marco jurídico del ISSSTE no lo permite. El crédito que se otorga es para “adquisición de vivienda construida o usada, entonces no queda claro el impacto sobre sobre el empleo si la vivienda ya fue construida.
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