Existen diversos factores que podrían impulsar aún más la actividad en el país.
Alfredo Sánchez, mejor conocido entre su familia y amigos como ‘El Negro’, se levanta dispuesto a cumplir su siguiente meta: correr el Maratón de la Ciudad de México. Después de entrenar y prepararse durante un año, el día ha llegado. Más de 30,000 personas listas para conquistar un reto consigo mismos.
La hora llegó, son las 7:00 de la mañana en punto, la respiración de ‘El Negro’ se acelera y el disparo de salida marca el inicio de esta aventura.
El reto no es sólo para Alfredo, si consideramos que la industria del running ha atravesado diversas etapas de desarrollo, según Marco Antonio Liceaga, presidente y CEO de Run México –asociación de profesionales del running en el país–.
En 2016, la Ciudad de México encabezó la lista de carreras realizadas con 321
“Hace cuatro años se generó un boom de carreras en México y se hizo una moda; es un deporte en el que no necesitas otra cosa más que los tenis y el entusiasmo para correr, pero ahora lo que buscamos es profesionalizar esta industria”, señala.
Y no es para menos, una carrera puede generar una derrama económica de millones de pesos en la ciudad donde se realiza, principalmente debido a las actividades relacionadas con el turismo.
En 2016, la Ciudad de México encabezó la lista de carreras realizadas con 321, equivalentes al 16% del total a nivel nacional, seguida por Nuevo León con 212 (11%) y el Estado de México en tercer lugar con 172 (9%).
En ese mismo año, en el país se llevaron a cabo 2,011 competencias cronometradas en las diferentes distancias, 459 más que en 2015; éstas van desde caminatas de menos de 5km, hasta maratones de 42.1km, de acuerdo con el Reporte Anual de la Industria del Running, elaborado por Run México.
El valor de las marcas
Para Marco Antonio Liceaga, la participación de las marcas como patrocinadoras u organizadoras de competencias se debe principalmente a la credibilidad y empatía que se genera con los participantes. “Los corredores sienten que las marcas se preocupan por su salud y además garantizan que será un evento de calidad”, dice.
También existe una amplia posibilidad para que éstas se posicionen en la mente de los competidores como un referente para desempeñar este deporte. “Los patrocinadores se han fijado en la industria del running, ya que en promedio cada corredor gasta al año cerca de 10,000 dolarés en su equipamiento (tenis, ropa, coach y gadgets)”, confirma Liceaga.
Esto se hace extensivo hacia otras personas de forma indirecta. Por ejemplo, según el CEO de Run México, una carrera atrae a 1.7 espectadores por cada competidor; es decir, en un evento de 10,000 participantes, las marcas pueden impactar a cerca de 30,000 personas, lo equivalente a llenar tres veces el Auditorio Nacional.
‘El Negro’ con esa que al inicio de su vida como runner, uno de los aspectos para determinar si participaba en una carrera era la marca que patrocinaba y, por lo tanto, el kit que le entregaban “conformado normalmente por una playera de la marca principal, con un buen diseñoo y calidad Dri-Fit (tela creada por Nike que facilita la evaporación del sudor), así como la medalla de competidor”, explica.
La Ciudad de México encabezó la lista de carreras realizadas a nivel nacional / Getty Images
ADN de los participantes
Las competencias se dividen por distancia y tipo de ruta, aunque las favoritas de los competidores son las carreras de 5km, con el mayor número de participantes que llegan a la meta. En 2016, 444,055 finalizaron carreras de esta distancia.
Mientras que las carreras más largas, como maratones (42.1km), sólo lo finalizaron 45,205 personas en todo el país en el mismo año.
Este mercado ha sido bien aprovechado y optimizado por Bonafont
Si bien el reto para la industria radica en incrementar el número de finalistas, esto es una muestra de una evolución y consolidación del mercado, en el que los mejores –organizadores, marcas y corredores– son los que permanecen.
“Para alcanzar el nivel de profesionalización de este deporte, se debe incentivar la profesionalización de las carreras, lo que a su vez nos posicionará en un mejor nivel de salud y estilo de vida”, asegura Liceaga.
Una tendencia que incluso las marcas han aprovechado es el incremento de la participación por parte del público femenino. En 2016, el 44% de las personas que completaron una carrera fueron mujeres, lo que equivale a poco más de 536,000.
Este mercado ha sido bien aprovechado y optimizado por la marca de agua embotellada Bonafont, que diseñó una competencia exclusiva para ellas con una afluencia cada vez mayor, colocándola en el primer lugar de popularidad en carreras de 5km.
La meta está cerca
Después de recorrer 41km, Alfredo Sánchez ‘El Negro’, se encuentra más cerca que nunca de lograr su objetivo.
El pebetero de Ciudad Universitaria está encendido, su familia ya lo espera, ha dejado de ser un espectador para convertirse en un competidor del Maratón de la Ciudad de México, las lágrimas comienzan a brotar de sus ojos conforme se acerca a la meta y al cruzarla sus piernas aquean y pierde la fuerza que mantenía su cuerpo de pie. Lo ha logrado, y esta sensación para él no tiene precio.
“Corro X México” buscaba reunir fondos para los damnificados del sismo del 19 de septiembre
“El costo beneficio de una carrera radica principalmente en la experiencia que un reto de este tipo deja en cada uno de los competidores, la cual lo motivará en lo personal para prepararse nuevamente y será extendida entre su círculo cercano”, comenta Liceaga.
Esta experiencia crece al ayudar a los demás. Las causas sociales también son un motor importante para organizar una carrera y un motivo para unir a todos los actores de la industria.
El 5 de noviembre se llevó a cabo la carrera “Corro X México”, una iniciativa conjunta de promotores, patrocinadores y proveedores con intención de reunir fondos para los damnicados del sismo ocurrido el 19 de septiembre, cuyo pago de inscripción fue donado en su totalidad.