La oferta de créditos sí existe, ¿pero qué tal si ahondamos en cómo lo usan?
Las pequeñas y medianas empresas siguen teniendo dolores de cabeza a la hora de conseguir crédito, incluso al adquirirlo. ¿El mayor problema? No saben qué hacer con el dinero una vez que lo tienen o peor aún, lo malgastan.
En México existen 4.2 millones de unidades económicas (empresas) de las cuales el 99.82% son pymes, que a su vez generan el 75% del empleo del país.
El crédito para este sector es considerablemente más caro que el destinado para empresas grandes, mientras que un mal historial crediticio, una doble contabilidad fiscal o un escaso conocimiento del análisis financiero hacen que se vuelva aún más complicado para este segmento obtener su deseado financiamiento para crecer.
Actualmente la mayoría de los empresarios siguen mostrando procupación por la poca oferta de crédito para sus negocios como una limitante de crecimiento. Sin embargo el problema no está ahí.
La oferta de créditos en general sí existe, aunque solo cuatro de cada 10 empresarios lo obtienen.
Pero un análisis realizado por Konfío, la plataforma en línea que ofrece financiamiento en línea a este segmento, identifica un obstáculo mayor: el uso que los empresarios le dan al dinero cuando por fin obtienen no es el más estratégico, ya que sólo el 50.48% lo utiliza realmente para alcanzar sus objetivos estratégicos.
La prueba está en que este mismo universo muestra que su producción o el tamaño de su base de clientes no ha logrado escalar con el paso de los años; dando como resultado la falta de crecimiento en el volumen de ventas que generan anualmente.
Quizá el que su base de clientes y la expansión no crezca, responda a esta falta de estrategia a la hora de repartir el dinero a las áreas clave de la empresa.
Mira la siguiente gráfica a continuación:
El reporte muestra cómo las 513 empresas encuestadas por Konfío enfocan sus necesidades de financiamiento a cubrir necesidades de corto plazo, además de no perder liquidez.
Solo un bajo porcentaje utiliza el crédito otorgado para impulsar el crecimiento de sus negocios.
No importando el plazo de contratación (ya sea en 12, 24 o 36 meses) la mayoría usa el crédito para comprar inventarios o materia prima y solo un pequeño universo usó el crédito en objetivos de corte estratégico o enfocados a mejorar su competitividad, como son compra de nueva maquinaria o apertura de nuevos puntos de venta.
Por otro lado, cerca de un 10% de los empresarios afirmó que usó el crédito para pagar otras deudas o cubrir imprevistos. Mala decisión.
¿La solución?
La visión estratégica es una pieza clave para el buen funcionamiento de la empresa, señala el estudio, ya que vivir el día a día no permite que se tomen decisiones que generan verdadera rentabilidad al negocio.
El crédito debe ser utilizado para el crecimiento, no para un gasto corriente. Así que procura utilizarlo para una nueva línea de producción, para un nuevo equipamiento o para ampliación de capital de trabajo para que se pueda atraer más talento.