Los analistas han pronosticado durante años que Amazon entraría en la banca. En marzo, el Wall Street Journal informó que este gigante minorista estaba en conversaciones con J.P. Morgan para ofrecer cuentas corrientes. Ahora parece que los bancos tienen una verdadera razón para temer si eso llega a suceder.
Una encuesta de Bain&Company aplicada a seis mil personas se publicó el martes y mostró que los consumidores confían en Amazon más que en sus bancos: el 65% de los clientes de Amazon Prime dijeron que se registrarían en una cuenta bancaria con Amazon (específicamente, cuenta gratuita que ofrecía un reembolso del 2%), mientras que el 43% que no eran Prime y el 37% de clientes que no eran de Amazon dijeron que lo harían.
Por supuesto, para pasar a la banca, Amazon debería superar los obstáculos que han frenado a otros minoristas en el pasado. Tendría que eliminar los obstáculos reglamentarios, tal vez comprando un banco más pequeño y escalando. Esto se debe a que las leyes han separado a la banca de otros sectores comerciales desde hace mucho tiempo por razones que van desde la limitación de los riesgos sistémicos y los conflictos de intereses hasta el cabildeo de los actores del mercado existentes.
Por ejemplo, Walmart hizo una mala faena en el sector bancario en 2005, hasta que algunos inverosímiles compañeros de la industria financiera se lo impidieron. (El año pasado en Fortune, el economista de la NYU Lawrence J. White argumentó que era hora de dejar que Walmart y otros gigantes comerciales ingresaran en la industria bancaria).
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Aún así, Amazon ya posibilita muchas de las tareas más pequeñas asociadas con la banca, desde el reembolso de amigos hasta el almacenamiento de efectivo, a través de transacciones sin licencia, como Amazon Gift Cards o el servicio Amazon Cash. Si eres propietario de una pequeña empresa, puedes obtener un préstamo de Amazon, que ya ha prestado más de US$3 mil millones a empresarios. Y más servicios de este tipo pueden estar en camino. “Lo que es más probable es que la tecnología llegue a un lugar donde las cosas que pensamos hoy en banca se puedan hacer fuera de los bancos”, dijo a Bankrate Aaron Klein, director de políticas del Centro de Regulaciones y Mercados del Brookings Institute.
Al final, la estrecha relación de Amazon con sus clientes puede ser más peligrosa para los bancos que su tamaño. En una sesión informativa a principios de este año, Bain advirtió que “el mayor desafío para los ejecutivos de bancos y miembros de la junta es reconocer que Amazon tiene una cosmovisión completamente diferente, centrada en el valor del cliente de por vida, mientras que la mayoría de los bancos siguen siendo esclavos de las “malas ganancias”.
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Por Lucas Laursen