La volatilidad de la criptomoneda hace que lo inversionistas pierdan la esperanza de un futuro prometedor.
Para explicar el aumento exponencial de Bitcoin en el último año, los defensores de la criptomoneda a menudo vuelven a la misma frase trillada.
Siempre dicen que al pensar en Bitcoin hay que nombrarla como el oro digital, una “reserva de valor” que, como el metal precioso en sí, no necesita tener muchos usos prácticos para valer mucho dinero.
El precio de un bitcoin, que primero superó el del oro hace casi un año, ahora vale siete veces más que una onza del metal (actualmente tiene un precio de alrededor de 1,300 dólares).
Eso es después de que el precio de bitcoin haya caído recientemente a alrededor de 10,000 dólares, la mitad de lo que valía en su máximo histórico el mes pasado.
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Sea que Bitcoin reemplace al oro o no, el tema ha provocado un ferviente debate, literalmente, como lo demuestra un evento de la semana pasada titulado “Gold Versus Bitcoin”, llevado a cabo en un club de comedias de Nueva York.
Entre los participantes estuvieron un reconocido defensor del oro, Jim Rickards, que debatió con James Altucher, autor de un libro de autoayuda, quien ahora ofrece consejos de inversión sobre Bitcoin.
Cameron Winklevoss, quien junto con su hermano gemelo, Tyler, supuestamente convirtió el dinero del acuerdo de su demanda de Facebook en más de 1,000 millones de dólares en Bitcoin, ha sugerido que la criptomoneda en verdad podría compararse con el metal, llamándolo el “oro 2.0”.
Ahora, en un movimiento inusual, un importante banco de Wall Street también intervino al dar sus últimas perspectivas para el mercado.
Sí, fue Citigroup. Los estrategas de inversión de la banca privada de la institución cuestionaron directamente el argumento de Winklevoss, pero aún así sugirieron que Bitcoin podría ofrecer mejores rendimientos que el oro.
“En medio de una volatilidad récord en otra clase de activos, la gran escala de la volatilidad en las criptomonedas es bienvenida como un vehículo de retorno por parte de muchos operadores”, así lo escribieron en su informe.
“¿Cuál debería ser el rendimiento esperado de la clase de activos más volátil? En general, el más alto”, señalaba el documento.
De hecho, Bitcoin ha hecho que los inversionistas sean mucho más ricos que los que invirtieron en el oro en los últimos 12 meses.
La criptomoneda ofrece retornos de 1,116% en este periodo, en comparación con el 12% que generó el oro. Pero los inversionistas recurren al metal para diversificar su cartera, utilizándolo como un refugio seguro que los protege contra una caída en el mercado bursátil.
Después de todo, el oro históricamente ha mostrado una correlación negativa con las acciones, lo que significa que cuando las acciones bajan, el oro generalmente aumenta y viceversa.
Bitcoin, por otro lado, no solo es mucho más volátil que las acciones y el oro (como se ilustra en la tabla anterior), sino que opera de forma impredecible, incluso maniáticamente, sin ninguna relación con otros activos o incluso el oro mismo.
En su análisis, Citi Private Bank encontró que la correlación de Bitcoin con el índice S&P 500 era prácticamente nula, mientras que su correlación con el oro era .054.
Esto significa que el oro y el Bitcoin solo se sincronizan aproximadamente el 5% del tiempo, una relación tan significante como insignificante.
Entonces, ¿es o no el oro digital?
Esos movimientos erráticos dificultaron que Bitcoin cumpliera el mismo objetivo que el oro para los inversionistas.
Además, los estrategas de Citi dudan de si el mundo necesita siquiera una nueva versión del oro, cuando los gobiernos dejaron hace mucho tiempo de vincular el valor del papel moneda al metal.
Citi es escéptico respecto a la supervivencia de Bitcoin y de las otras 1,500 criptomonedas existentes.
“¿Es un suministro fijo de dinero, un estándar de oro digital, realmente superior a una oferta de dinero flexible?”, escribieron de manera retórica los autores del informe, liderados por el estratega en jefe de Inversión Mundial, Steven Wieting.
Aún así, Citi cree que la capacidad de Bitcoin para crecer, sin importar cómo se está comercializando en otros mercados, es una buena señal para los inversores, al menos por el momento.
“Las bajas correlaciones entre los precios de los activos también son un signo de ‘psicología alcista'”, según el informe.
“Esto beneficia a los retornos a corto plazo, a expensas del futuro”.
Debido a esas posibles ganancias, Citi advirtió que sería razonable que los inversionistas posean una pequeña cantidad de criptomonedas, ya que tales “inversiones oportunistas y especulativas” podrían “tener un rol” en las carteras de inversión, siempre y cuando no “abrumen” los retornos de acciones y bonos más tradicionales.
Aunque el banco no llegó a descartar a Bitcoin por completo, se dice muy escéptico que ésta o cualquiera de las otras casi 1,500 criptomonedas ahora existentes sobrevivierán, comparando las monedas digitales con los “billetes de lotería”.
Sobre las otras criptomonedas además de Bitcoin, los estrategas de Citi escribieron: “Esperamos que muchos tengan un futuro dudoso”.
Pero ese futuro también podría ser más distante de lo que piensan muchos críticos de criptomonedas.
Teniendo en cuenta que el valor de las acciones tecnológicas en el punto más alto de la burbuja de las puntocom era mucho más grande que el mercado actual de criptomonedas (con un valor total de 519,000 mdd), Citi admite en su informe que puede pasar un tiempo antes de que explote la cripto-burbuja.
“Las burbujas pueden desarrollarse a plena vista, estar debidamente identificadas y resultar altamente duraderas por un periodo medido en años”.