Bitcoin acaba de alcanzar un nuevo mínimo para 2018.
Después de una semana terrible, la criptomoneda más grande del mundo cayó a US$ 3,447.58. La criptodivisa ha luchado para recuperarse de una abrupta desaceleración a mediados de noviembre, cuando cayó de US$6,000 a un rango de US$4,000.
La moneda ha perdido un 35% de su valor en los últimos siete días y alcanzó su nivel más bajo desde septiembre de 2017.
Ya se había previsto una caída de esta magnitud: hasta junio pasado la criptodivisa se valoraba en US$5,791.19, registrando en aquel tiempo una caída histórica que comenzó en diciembre de 2017.
Hace un año, Bitcoin valía US$19,666. La baja del domingo representa una disminución del 82% desde ese punto alto.
Este reciente declive ha reducido el valor de otras criptomonedas, y los bajos volúmenes de negociación aumentan el riesgo de las operaciones de los grandes inversores de estas divisas digitales, lo que podría desencadenar ventas automáticas a gran escala.
Hace una semana, también anunciamos que a la par de la caída de la criptodivisa más famosa en el mercado, otras criptomonedas importantes también experimentaron caídas similares, con Ethereum cayendo un 15.2% y Bitcoin Cash cayendo un 13.1%. Sin embargo, la moneda XRP de Ripple se mantuvo relativamente bien. XRP había disminuido un 4.5% en las últimas 24 horas.
Pero hay evidencia de que es posible que no hayamos visto el fondo de este mercado todavía. Stephen Innes, jefe de comercio para Asia Pacífico en Oanda, dijo la semana pasada que todavía hay mucha gente en el mercado de Bitcoin, pero eso podría cambiar a medida que el precio se acerque a los US$3,000. Predijo que Bitcoin podría caer a US$2,500 en enero.
Aún así, la imagen no es del todo sombría. Ohio acaba de aprobar una legislación que permite a las empresas pagar sus impuestos con Bitcoin.
Según el Wall Street Journal, la medida le dará a Bitcoin la “aprobación tácita” que hasta ahora le ha faltado a los gobiernos, mientras que todavía no lo hace legal.
Por Hallie Detrick