El 1 de junio será la gran final de la UEFA Champions League, un torneo que con sus estrellas en la cancha conquista a millones de fans. Y de paso, genera millones en billetes.
Son cerca de las 2:30 p.m. de un miércoles. El salón de la universidad donde doy clases está lleno de estudiantes cuyas edades rondan los 20 años. Mientras explico algún diagrama de la presentación que se proyecta a mis espaldas, uno de mis alumnos grita “¡Goooool!” –sin mucho reparo por el contexto que lo rodea–. Me acerco a su laptop para descubrir un partido de la UEFA Champions League. “Perdón, Andrea, pero es que está jugando mi equipo favorito”. Sonrío por lo descarada que resulta la situación y continúo la clase sin mucho escándalo. Y es que resulta imposible culpar a un apasionado del futbol de querer ver la liga que muestra lo mejor de este deporte a nivel global.
Si bien mis alumnos son jóvenes, la historia del torneo no es nada nueva. La competencia comenzó en la temporada 1955-56 con el nombre Copa de Clubes Campeones Europeos. Es en la temporada 1992-93 que cambia a Liga de Campeones, aunque es más utilizado el término casual de la Champions. Esta liga es el principal activo de la UEFA (Union of European Football Associations, por sus siglas en inglés), organización que regula el futbol en esta región. Sin embargo, su impacto –como lo confirmó mi alumno– va más allá de los límites europeos.
Con equipos legendarios como el Real Madrid –que es el máximo ganador con 13 títulos obtenidos–, Bayern Munich, FC Barcelona, Manchester United y Juventus –que hizo historia por el fichaje más caro de la liga italiana al pagar €112 millones por Cristiano Ronaldo– entre otros, la Champions es el sueño de todo amante del balompié.
Real Madrid es el máximo ganador de la UEFA Champions League CON 13 títulos en su haber.
LAS BIG FIVE DE LA CHAMPIONS
Como si se tratara de las empresas tec de Silicon Valley, en el deporte también existen grandes y adinerados clubes. Según el reporte Deloitte Football Money League 2019, la cuadrilla de los equipos con más ingresos está conformada por el Real Madrid –que se convirtió en el primero en generar ingresos totales por €750 millones–; el FC Barcelona tiene una facturación por encima de los €690 millones; seguido del Manchester United (€666 millones); en la cuarta posición, el Bayern Munich (€629.2 millones); y en el número cinco, Manchester City (€568.4 millones).
El Real Madrid no había estado en la cima de la Money League por dos años, pero su triunfo en la Champions y en el Mundial de Clubes en 2018 han sido claves para establecer esta brecha de €60.5 millones entre ellos y sus rivales.
Esta esfera de la elite del futbol se ha formado, en gran parte, por el rendimiento que los equipos tienen en los torneos organizados por la UEFA (Champions League y Europa League). Además, estas cantidades podrían incrementarse todavía más. Eduardo Fernández-Cantelli, profesor de Sport Management en IE Business School desde Madrid, España, en entrevista para Fortune en Español, señala que el crecimiento de los ingresos que genera la Champions League ha sido espectacular en los últimos años.
En la temporada 2003-04, la UEFA ingresaba unos €451 millones. “Mientras que en la 2018-19 se estima que genere unos €2,000 millones”, dice. Las cifras no son exactas debido a que la UEFA reporta únicamente los ingresos netos; sin embargo, las cantidades crecen a muy buen ritmo.
En suma, el reporte de Deloitte también hace notar la repercusión de algunos cambios en la manera de distribuir los recursos. Una parte del monto total disponible es asignado por el rendimiento histórico de 10 años del club en la UEFA. Esto deja relegados a clubes más pequeños y da más recursos a equipos consolidados. Además, otros ajustes en el proceso de calificación podrían hacer que esta polarización financiera sea más evidente.
Entonces, ¿cuál es el veredicto de la salud de la UEFA? El futbol es un negocio rentable y con estabilidad que se ha visto afectado de manera positiva por la globalización y las nuevas tecnologías. No obstante, los retos continúan.
Su presidente, Aleksander Čeferin, afirmó “realmente creo que es papel de la UEFA como guardián del futbol europeo garantizar que en cada una de las 55 federaciones miembro puedan explotar todo su potencial, y trabajaremos para apoyar esto”. Por lo que, es innegable que el rol de los recursos financieros es clave (y nadie quiere un escándalo como el FIFA Gate de 2015).

¿DE DÓNDE VIENEN LOS BILLETES?
Al pensar en eventos deportivos con impacto global es posible que como top of mind tengamos el Super Bowl. En el caso del futbol americano profesional en Estados Unidos los ingresos recaen principalmente en publicidad, según Statista el costo por un espacio de 30 segundos en el Super Bowl LIII fue de US$5.25 millones.
La UEFA ha preferido mantenerse lejos de este modelo de monetización para darle prioridad a sus patrocinadores al reservar la mayoría de sus espacios a estas importantes figuras. Genera ingresos por la Champions League a través de dos fuentes: patrocinios y otras acciones comerciales, y cesión de derechos audiovisuales. Los clubes además tienen una tercera fuente: ticketing, aclara Fernández-Cantelli.
Por su parte, tan sólo los derechos de transmisión hicieron que la UEFA pasara de ganar €451 millones en la temporada 2003-04 a €1,700 millones en 2016-17 de acuerdo con Statista. Una de las razones de este incremento recae en una mayor base de fanáticos y más opciones para ver los partidos.
En este sentido, el profesor de Sport Management en IE Business School explica que de los consumidores actuales de futbol, el 35% lo sigue vía televisión tradicional, 24% por YouTube, 18% por OTT, 15% en plataformas exclusivas de futbol, 14% en Facebook, 13% en Instagram y 12% en Twitter.
De este modo, la UEFA demuestra que ha tenido la capacidad de reinventarse para un fanático cada vez más conectado.
Aunque no todo los ajustes son bien recibidos. Un rumor que ha causado comentarios polarizados es la intención de cambiar los partidos de entre semana a fines de semana para 2021 (los derechos de transmisión están comprometidos hasta ese año).
Esto supondría un mejor desempeño y la posible conquista de mercados como el chino, cuya diferencia horaria hace complicado el engagement de los fans pero pondría en aprietos a las ligas locales. Faltan pocos años para que la UEFA tenga que tomar varias decisiones. Mientras tanto, mis clases seguirán siendo interrumpidas por el mejor –y más rentable– futbol del mundo.
UNA SEDE PARALOS SENTIDOS
Con un sentimiento agridulce “ni el Atlético de Madrid ni el Real Madrid lograron llegar muy lejos en la contienda”, Madrid será la sede de la final de la UEFA Champions League en su recién inaugurado Estadio Metropolitano. El 1 de junio recibirá a 67,829 espectadores y, al mismo tiempo, el partido será observado a través de pantallas alrededor del mundo. De acuerdo con CNN, los espectadores de la final 2016 fueron 350 millones a nivel global y se espera que la cifra crezca este año.
Desde su inauguración en septiembre de 2017, el también conocido como Wanda Metropolitano, ha conseguido atención mediática gracias a un aspecto clave: tecnología. El recinto es el primer estadio 100% LED en Europa, cuenta con una cobertura 4G, un ribbon board 360o de más de 530 m2 y un sistema de 336 proyectores LED impulsados por la tecnología Phillips Arena Experience.
Las fallas de esta joya arquitectónica se nombraron en un informe técnico que revelaba que “las instalaciones del estadio no contienen suficiente espacio de hospitalidad para los patrocinadores, teniendo la obligación de crear zonas en el exterior”. Además de no contar con un centro de prensa en el estadio. Al parecer la sede es amable con los espectadores pero con los medios y los patrocinadores no tanto.
CONTRA LOS PRONÓSTICOS
Es en el talento joven donde el Ajax está poniendo su mayor apuesta. En los últimos años, el equipo holandés ha destacado por su hambre de conquista europea a través de sus jugadores de corta edad: tienen un promedio de 22 años. Para sorpresa de muchos, esta visión le ha dado frutos; muestra de ello está en su victoria contra la Juventus, equipo que tenía un arma nueva y casi infalible: Cristiano Ronaldo.
Además de golpear el ego del jugador de 34 años y decepcionar a los fanáticos del equipo italiano, las acciones de Juventus cayeron un 17% en la Bolsa de Milán un día después de la eliminación. Mientras tanto, el Ajax de Ámsterdam vio su acción subir un 9%. Según su CEO, Edwin van der Sar, “en términos de presupuesto, estamos al final de la lista en esta fase de la Liga de Campeones”. El Ajax demostró que jugadores jóvenes y sin miedo son capaces de vencer la falta de presupuesto pero sobre todo, de expectativas.