Cuando se presenta una contraoferta de trabajo, ¿cómo ponderas las opciones disponibles? Aquí hay algunas preguntas que debes hacerte antes de regresar directamente al mismo escritorio en el que estabas sentado cuando pensaste por primera vez en hacer un cambio.
1. ¿Cuáles son las circunstancias en las que se realiza esta oferta?
Reconoce que una contraoferta es típicamente un producto de pánico. Tu jefe no puede imaginarse cómo superar este proyecto, conferencia o temporada sin ti (o sin alguien que haga tu trabajo). Se siente halagador, pero en algunos casos una contraoferta no es más que una forma de comprar más tiempo antes de que pueda ser reemplazado.
2. ¿Por qué quería irme en primer lugar?
Es posible que el dinero sea la razón principal para buscar otras oportunidades, pero recuerda qué más motivó su búsqueda. ¿Hubo personalidades difíciles o expectativas poco realistas? ¿Estabas buscando más flexibilidad o una organización con la que te sientes más alineado con la misión? ¿Estabas limitado a un conjunto de responsabilidades que te impidieron contribuir de la forma que deseabas? Esas cosas probablemente no cambien con una contraoferta. Sin embargo, si se trata de beneficios, tiempo de vacaciones y un salario más alto, tal vez una mejor oferta de tu lugar de empleo actual satisfaga tus inquietudes.
3. ¿Intenté resolver esos problemas antes de dar mi aviso?
Tina Nicolai, una entrenadora ejecutiva de carreras y escritora de currículums, dice: “Si has tratado de resolver problemas en el lugar de trabajo; ya sea que se trate de más dinero, un nuevo título, un mejor horario de trabajo o tiempo libre, y la situación no se resolvió antes de presentar el aviso de dos semanas, entonces se ofrece la contraoferta propuesta para beneficiar al empleador. Si el empleador fuera sincero, la oferta propuesta se habría hecho cuando originalmente se dirigió a su jefe con sus inquietudes”.
También lee: 3 consejos que te harán sobresalir en tu siguiente entrevista de trabajo
4. Si elijo no hacer un cambio, ¿estoy preparado para que las cosas cambien?
Si permaneces en tu compañía actual, tu relación con tu empleador y tus colegas se sentirá diferente. Las cosas pueden ser incómodas por un tiempo y es posible que ya no te encuentres en el círculo interno. También perderás un poco de seguridad en el trabajo, dado que ya te has “descubierto” como alguien que busca hacer una mudanza, es posible que estés cerca de la cima de su lista si llega el momento de hacer recortes. Las estadísticas de la Asociación Nacional de Empleo muestran que el 80% de las personas que aceptan contraofertas se van o dejan de trabajar en un plazo de seis meses.
5. ¿Qué pasa con una oferta competitiva?
Si estás evaluando dos ofertas competidoras, recuerda ser honesto con ambas partes a lo largo del proceso de contratación. No es necesario que divulgues dónde más has sido entrevistando, pero sí deben saber que te han entrevistado en otro lugar.
Si eres gerente de contratación o un reclutador, ¿cómo te preparas para la posibilidad de una contraoferta? A medida que crezca el interés en el candidato, encuentra un momento apropiado para preguntarles cómo lidiarán con una contraoferta en caso de que su empresa actual realice una. Muchos candidatos ni siquiera habrán considerado esta posibilidad. Asegúrate de haber aprendido la verdadera razón por la que están buscando irse, que puede no ser la primera razón por la que brindan. Luego, si se realiza una contraoferta, puedes recordarle al candidato su motivación inicial y solicitarle que considere qué paquete y qué posición realmente abordarán esos problemas.
Hagas lo que hagas, no juegues. Sé honesto con ambas partes y contigo mismo también.
Amy Segelin es la presidenta y copropietaria de Chaloner, una firma nacional de búsqueda de ejecutivos centrada en las comunicaciones, las relaciones públicas y la contratación de marketing.
Esta historia apareció originalmente en el blog The Chaloner’s Interview Room.
Por Amy Segelin