Pese a dos trimestres récord en ingresos, Facebook tuvo un muy mal 2018 bajo la perspectiva de relaciones públicas. Si no atiende estos retos rápidamente, 2019 podría ser aún peor.
Congreso
Una de las conclusiones clave a partir de las audiencias frente al Congreso de Estados Unidos que tuvo Mark Zuckerberg cuando surgió el escándalo de Cambridge Analytica fue que los políticos parecen estar dispuestos a regular Facebook si sigue con un lánguido esfuerzo para salvaguardar la data de usuarios.
Así, con pocos amigos en Washington –ambos partidos culpan a Facebook de afectar negativamente sus campañas–, se espera que un equivalente estadounidense a las estrictas leyes de privacidad en Europa cuente con apoyo bipartidista. La regulación gubernamental, en conjunto con las multas que conlleva el no cumplir con las nuevas leyes, podría terminar sofocando los prospectos de crecimiento de Facebook.
Confianza del público
El hilo de malas noticias de Facebook ha dañado la reputación de la compañía entre el público de EE.UU. Una encuesta reciente de Harris de más de 2,000 estadounidenses, realizada para Fortune, mostró que las personas ven a Facebook como la big tech en la que menos se puede confiar cuando se trata de salvaguardar data de usuarios.
Esa imagen es difícil de eliminar. Pese a una bien fondeada estrategia de relaciones públicas, otro escándalo de privacidad tipo Cambridge Analytica podría causar un daño irreparable a la marca.
Los analistas de tecnología consideran que Instagram es el hijo pródigo de Facebook y una fuente de su futuro crecimiento. Aun cuando Facebook adquirió la aplicación para compartir fotos en 2012, la dirección del producto y la cultura de Instagram habían estado bajo el firme control de sus fundadores, Kevin Systrom y Mike Krieger. Con aquel poderoso dúo fuera desde finales de 2018, Facebook no podrá resistirse a alterar la app, con lo cual hará enfurecer al demográfico clave menor de 40 años que compone a la mayor parte de sus usuarios.
Europa
El gigante de las redes sociales enfrentará más penalizaciones considerables debido a sus tropiezos con el manejo de data en Europa. Está bajo escrutinio por las potenciales violaciones a la ley GDPR de la Unión Europea, la cual tiene el propósito de proveer mayor transparencia a los usuarios acerca de cómo las compañías están utilizando sus datos. La empresa podría enfrentar multas de hasta 4% de sus ingresos globales.
Fake News
Pese a que Facebook ha retirado de su servicio a gran parte de las noticias falsas que circularon rampantes durante la campaña presidencial estadounidense de 2016, enfrenta una batalla cuesta arriba. Varios medios y grupos de investigación aún están rastreando contenido ofensivo o engañoso que logra filtrarse a través de los sistemas automatizados de Facebook.
Los editores humanos son tan efectivos para resolver el problema como lo es un rey danés para detener la marea. A menos que Facebook haga cambios drásticos en cómo el contenido se propaga en su plataforma y cambie su modelo de negocio a uno que se alinee a los intereses del usuario, el problema va a continuar.