Andrés Manuel López Obrador tuvo que esperar 18 años para lograr su cometido: ser presidente de México.
El 1 de diciembre de 2018 AMLO salió de su casa ubicada en Tlalpan a las 10:21 horas rumbo a San Lázaro, entre un tumulto de personas que lo apoyaban, para hacer oficial su nombramiento como presidente constitucional del país.
Escasos 10 minutos después, el presidente saliente, Enrique Peña Nieto, salió de su hogar con la banda presidencial puesta. Agradeció la presencia de medios y dio marcha hacia el Palacio Legislativo.
Mientras ambos llegaban al lugar donde se celebraría la ceremonia, entre 10:30 y 10:45 horas, algunos de los invitados de López Obrador ya llegaban a Palacio Legislativo.
Contrario a como fueron las tomas de protesta de ex presidentes como Felipe Calderón, que tuvo que entrar por la puerta trasera del palacio, así como la polémica y rechazo que los ciudadanos mexicanos mostraron a Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador llegó por la entrada principal del Palacio Legislativo
Sin embargo, en Reforma había una protesta que criticaba al presidente entrante por haber invitado al presidente nicaragüense Daniel Ortega, quien no asistiría, y al mandatario de Venezuela Nicolás Maduro, del cual no se sabía su paradero pero se rumoraba que no asistiría a la toma de protesta, pero sí al festejo posterior con los invitados en Palacio Nacional.
A la par, antes de las 11 horas, una manifestación de trabajadores de la educación se dirigía al Zócalo de la Ciudad de México.
A las 10:57, EPN llegó a Palacio Legislativo por la puerta principal junto con su comitiva. A las afueras un grupo de personas lo recibió mostrando su inconformidad por el gobierno del mandatario.
Después de una salida accidentada por la cantidad de personas que le esperaban fuera de su casa, Andrés Manuel López Obrador llegó a Palacio Legislativo a las 11:11. Arribó por la puerta principal. Acto seguido se tomó un par de fotografías junto a las personas que le acompañaban.
A las 11:21 horas, Porfirio Muñoz Ledo comenzó el discurso para dar paso a la sesión de la Banda Presidencial.
Lo cual dio paso al discurso de protesta de Andrés Manuela López Obrador, a las 11:22 horas, ratificando así su compromiso con México.
A las 11:24 horas el presidente saliente dio la Banda Presidencial a Muñoz Ledo para darla de forma oficial a López Obrador y enseguida la portó.
Un minuto después inició el discurso oficial como presidente constitucional de México. AMLO se dirigió a los presentes y agradeció sus atenciones a EPN y le reconoció no haber intervenido “como lo hicieron otros presidentes en pasadas elecciones”, aseguró AMLO. Agregó que respetó la voluntad del pueblo.
Prosiguió diciendo que hoy se iniciaba la Cuarta Transformación de México: “hoy no solo inicia un nuevo gobierno. Hoy comienza un cambio de régimen político. A partir de ahora se llevará una transformación pacífica y ordenada”, dijo el mandatario de México.
Aseguró que se acabará con la corrupción e impunidad que impiden el renacimiento de México.
“La crisis de México no solo se generó por el modelo neoliberal en los últimos años, sino también por el predominio de la corrupción pública y privada”
También señaló en su discurso que “nada ha dañado más a México que la deshonestidad de los gobernantes” y también de la minoría que se corrompe.
Agregó que “en cuanto a la ineficiencia del modelo económico neoliberal no ha dado buenos resultados en términos cuantitativos”.
Enfatizó que “el modelo neoliberal ha sido un desastre, calamidad para la vida pública del país”, después de recordar cómo ha ido la economía del país desde la década de los 80.
Recapituló la situación del sector energético, la baja en los salarios, los problemas de migración y de violencia que tiene México durante el periodo neoliberal.
Así reiteró su compromiso para acabar con la corrupción y la impunidad.
Dijo que esta etapa la iniciarán “sin perseguir a nadie, porque no apostamos al circo y a la circulación. Queremos regenerar la vida pública de México. Si abrimos expedientes, dejaríamos de limitarnos a buscar chivos expiatorios y tendríamos que enfocarnos a buscar desde arriba, desde el sector público y hasta el sector privado”.
Agregó que no abría cárceles suficientes y que llevarían al país a conflicto y que les restaría energía para enfocarse en lo importante: reactivación económica y pacificación del país.
“No es mi fuerte la venganza. Si bien no olvido, sí soy partidario del perdón y la indulgencia”, profundizó. Prosiguió que quiere prevenir los delitos y la violencia y propuso a México que empiecen de nuevo, evitando la persecución a los funcionarios del pasado y que las autoridades encargadas desahoguen en plena libertad los asuntos pendientes.
Dijo que se seguiría el caso de los desaparecidos de Ayotzinapa y que se castiguen a los responsables.
Todos loa asuntos de trascendencia para el país “yo defenderé mi postura”, eso para trabajar por el porvenir pero dijo que la ciudadanía tendría la última palabra porque todos los asuntos se van a consultar a los ciudadanos”.
Mencionó que la propuesta abstención del Ejecutivo para perseguir a funcionarios públicos solo aplicaría para aquellos que ya habían finalizado sus cargos, pero no para los que estuvieran durante su mandato.
“Me comprometo a no robar”, señaló y dijo que tampoco permitiría que ningún funcionario en turno lo hiciera o afectara la vida pública del país.
Esto aplicará para amigos, compañeros de lucha y familiares: “dejo en claro que si mis seres queridos cometen un delito deberán ser castigados”, enfatizó.
Mencionó la reforma al artículo 108 constitucional, donde el presidente podría ser juzgado como cualquier ciudadano por el delito que sea, aún estando en funciones: “vamos a limpiar el gobierno de arriba para abajo como se limpian las escaleras”, agregó.
Aseguró que “se terminarán los fraudes electorales” e hizo un llamado a aquellos que hagan mal uso de los recursos en estos procesos, pues dijo que irían a la cárcel.
Dijo que no aumentarán los impuestos y tampoco los combustibles más allá de la inflación.
Se comprometió a bajar el precio de la gasolina, después de voltear a ver a EPN. Y a no endeudar al país, pues dijo que hoy la deuda pública es de $10 billones: “no gastaremos más de lo que ingrese”.
“Me comprometo a que las inversiones de accionistas nacionales y extranjeros estarán seguras y se crearán condiciones para obtener buenos rendimientos”, reiteró el mandatario, así también que “se respetará la autonomía del Banco de México”.
Se impulsarán proyectos productivos con inversión pública y privada para que sean cortinas de desarrollo en el país y así retener a los mexicanos en su lugar de origen y disminuir los problemas de migración, aseguró AMLO.
Además reiteró sus proyectos: el Tren Maya, rehabilitación de refinerías y creación de una más, la construcción una vía férrea en la zona suroeste y la construcción de dos pistas para el Aeropuerto de la Ciudad de México.
“Primero los pobres”, dijo durante su discurso y aseguró que “se cancelará la mal llamada Reforma Educativa” y que iniciará programa de atención médica y medicamentos gratuitos en zonas marginadas del país.
“Los aumentos al salario mínimo no volverán a fijarse por debajo de la inflación”, estableció. Así como la creación de universidades públicas, más becas, pensiones a adultos mayores y discapacitados, apoyo a la ciencia, tecnología y deporte. Atención a damnificados por sismos y agricultores.
Señaló que no permitiría el fracking y no a los transgénicos.
Los sueldos de los funcionarios públicos se bajarán para que aumenten “los sueldos de los de abajo”. “Tampoco habrá servicios médicos privados para los altos funcionarios públicos. Nadie podrá viajar en aviones privados a expensas del presupuesto público” y reiteró la venta del avión presidencial, así como el resto de aviones y helicópteros para funcionarios públicos.
Dijo también que él ganará el 40% de lo que recibía el presidente saliente y se disminuirían las unidades administrativas en el país y tampoco en el extranjero salvo embajadas y consulados.
Así también, dijo que replantearía el papel de las fuerzas armadas. Enfatizó en la aprobación de una reforma que permitiera crear una Guardia Nacional para realizar funciones de seguridad pública: “sé que es un tema polémico, pero tengo derecho a expresar mi opinión con argumentos”.
Desde las 6 de la mañana el mandatario estará recibiendo el reporte de las últimas 24 horas en las 24 horas. Dijo que no sería complice de la violación a los derechos humanos.
Se comprometió a mantener buena relación con todos los pueblos y países del mundo, brindando soluciones pacíficas.
Dijo que quería lograr más allá del TLCAN e impulsar el desarrollo de países centroamericano y de México para enfrentar el fenómeno migratorio.
Tras agradecimiento a los mandatarios y funcionarios invitados, mencionó a Nicolás Maduro, lo que causó polémica, abucheos y gritos que decían “¡Dictador!”, por parte de los asistentes.
Comenzó a cerrar su discurso a las 12:35, enfatizando el tiempo que le llevó llegar a la presidencia y a los precursores de su movimiento: “estoy listo para no fallarle a mi pueblo […] No tengo derecho a fallar”.
Aseguró que México se convertiría en una potencia económica y en un país modelo que acabe con la corrupción: “construiremos una sociedad más justa democrática y alegre”, señaló.
También dijo que hay tres cosas son necesarias para lograrlo:
- Pueblo trabajador
- Suficientes riquezas naturales
- Un buen gobierno
Finalizó a las 12:44 horas, asegurando la no reelección y la cuarta transformación.
“Me someteré a la revocación del mandato, porque quiero que el pueblo siempre tenga las riendas del poder en sus manos”, mencionó y dijo que en dos años habrá consulta ciudadana para que “el pueblo decida si quieren que siga en el mandato”.
Posteriormente, Muñoz Ledo pidió a los presentes que se pusieran de pie para entonar el Himno Nacional y así concluir con la ceremonia.
A las 12:46, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López obrador se dieron la mano y culminaron la ceremonia.
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